
Cuando muera,
cuando mi ataúd
sea llevado,
nunca debes pensar
que me estoy perdiendo este mundo.
No derrames lágrimas
no te lamentes o
sientas lástima,
no estoy cayendo
en el abismo de un monstruo.
Cuando veas
mi cadáver que está siendo llevado,
no llores por mi partida,
no me estoy yendo,
estoy llegando al amor eterno.
Cuando me dejes
en la tumba
no digas adiós,
recuerda que una tumba es
solo una cortina
para el paraíso que está detrás
Solo me verás
descendiendo en una tumba.
Ahora mírame levantarme.
¿Cómo puede haber un final
cuando el sol se pone o
baja la luna?
Parece el final,
parece una puesta de sol,
pero en realidad es un amanecer.
Cuando la tumba te encierra
allí es cuando tu alma es liberada.
¿Alguna vez has visto
una semilla que caiga en la tierra,
no levantarse con nueva vida?
¿Por qué debería dudar de la ascensión
de una semilla llamada ‘ser humano’?
¿Alguna vez has visto
un cubo que baja en un pozo
volver vacío?,
¿Por qué lamentarse por un alma
cuando puede volver
como José desde el pozo?
Cuando por última vez
cierres la boca,
tus palabras y tu alma
pertenecerán al mundo del
sin lugar y sin tiempo.
Hz. Mewlana Jalaluddin Rumi